Ver el proceso creativo, en pocos minutos, de una pintura de Renoir, Van Gogh, Gauguin, Berthe Morisot... a través de la mediumnidad psicopictográfica de Florencio Antón es una experiencia emocionante, única. Ser testigo de cómo un equipo de pintores, en gran número impresionistas franceses, trabajan desde la espiritualidad para dar pruebas de que la vida sigue tras la muerte, no puede dejar indiferente, porque las consecuencias de este conocimiento cambian la percepción de la vida presente y nos llevan a cuestionarnos la vida futura.